Nombre real: Tekhartha Zenyatta, Edad: 20
Profesión: Gurú errante, aventurero
Base de operaciones: Monasterio Shambali, Nepal (antes)
Afiliación: Los Shambali (antes)
HABILIDADES:
Orbe de destrucción
Zenyatta proyecta sus orbes de energía destructivos de manera individual o en una descarga rápida de fuego, luego de algunos segundos de reunir poder.
Orbe de armonía
Zenyatta lanza un orbe que flota sobre el hombro de un aliado elegido. Mientras Zenyatta permanezca con vida, el orbe restaurará lentamente la salud del aliado. Solo un aliado por vez puede recibir el beneficio del orbe.
Orbe de discordancia
Sujetar el Orbe de discordancia a un oponente amplifica la cantidad de daño que recibe mientras Zenyatta viva. Solo un oponente por vez puede sufrir los efectos del orbe.
Trascendencia
Habilidad máxima
Zenyatta entra en un estado de existencia agudizada durante un corto período. Mientras trasciende, Zenyatta no puede usar habilidades ni armas, pero es inmune al daño y restaura automáticamente su salud y la de los aliados cercanos.
HISTORIA:
Zenyatta es un monje ómnico que deambula por el mundo en búsqueda de iluminación espiritual. Se dice que aquellos que se crucen en su camino nunca vuelven a ser los mismos.
Hace años, luego de la Crisis Ómnica, un grupo de robots ómnicos marginados experimentó lo que ellos mismos describen como despertar espiritual. Abandonaron sus vidas preprogramadas para establecer un monasterio comunal en lo profundo de los Himalayas. Luego de muchos años de meditación sobre la naturaleza de la existencia, empezaron a creer que eran más que inteligencia artificial y que, como los humanos, poseían la esencia de un alma.
Al reconocer la igualdad espiritual que tenían con los humanos, los monjes, liderados por un enigmático robot llamado Tekhartha Mondatta, buscaron sanar las heridas causadas por la Crisis Ómnica una generación antes y lograr la armonía social entre humanos y robots. Su mensaje fue adoptado por millones en todo el mundo y se convirtieron en celebridades mundiales.
Pero un monje, Zenyatta, no estaba de acuerdo con esta nueva dirección. Él creía que la manera de reparar los problemas entre humanos y ómnicos no era a través de las enseñanzas dogmáticas, sino a través de la conexión y el compromiso interpersonal.
Finalmente, Zenyatta siguió su propio camino. Eligió dejar el monasterio y vagar por el mundo, ayudando a aquellos que encuentra a superar sus luchas personales y a encontrar paz interior. Pero, cuando sea necesario, luchará para proteger a los indefensos, sean ómnicos o humanos.
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